un se contiene en ciertas escrituras que sobre ello pasaron, segun se ha dicho, que podréis ver si quisieseis. Así que Sus Majestades son reyes y senores de estas islas y tierra firme por virtud de la dicha donación; y como a tales reyes y senores algunas islas más y casi todas a quien esto ha s
ido
notificado, han recibid
o a Sus Majestades, y l
ervido y sirven como súbditos lo deben hacer, y con buena voluntad y sin ninguna resistencia y luego sin dilación, como fueron informados de los susodichos, obedecieron y recibieron los varones religiosos que Sus Altezas les enviaban para que les predicasen y ensenasen nuestra
San
ta Fe y todos ellos de
su libre, agradable vol
i condicion alguna, se tornaron cristianos y lo son, y Sus Majestades los recibieron alegre y benignamente, y así los mandaron tratar como a los otros súbditos y vasallos; y vosotros
sois tenidos y obligad os a hacer lo mismo.
Por ende, como mejo
r podemos, os rogamos y
requerimos que
entendais bien es
icho, y tomeis para entenderlo y deliberar sobre ello él tiem
po que fuere justo, y reconozcais a la Iglesia por senora y superiora del universo mundo, y al Sumo
Pontifice, llamado Papa, en su nombre, y al Rey y reina doña Ju
ana, nuestros senores, en su lugar, como a superiores y
reyes de esas islas y tierra firme, por virtud de la dicha donación y consintais y deis lugar que éstos padres religiosos os declaren y prediquen lo susodicho.
Si así lo hicieseis, hareis